martes, 7 de diciembre de 2010

"Y entonces despierto, y no estoy contigo". Recorriendo pedacitos de mí, los recojo, los recoloco y solo entonces ella me mira desde su nube, me descubre entre ondas perdidas de lo que queda. Loca, la llaman loca, solo "porque necesito tenerla cerca", solo porque de ella creeré que todo saldrá bien, que dejaré de llorar sola en un hotel que a penas reconozco de aquel que vi por primera vez al bajarme del coche.
Y las noches que antes me traían paz, que conseguían hacerme feliz, son solo 8 horas más de las 24 que han dejado de tener sentido, pero... ¿hay algo que lo tenga?
Las lágrimas han salido de mis ojos mientras Antonio Orozco me ayuda a rezar. Y rezo. No me avergüenzo, porque solo en la fe, en la que cree podrá encontrar consuelo lo que no se sabe aún que haya que consolar. Toda una vida esperando la muerte, rezando por llegar a ella, feliz, ¿podrá ser lo mismo para soportar otros 3 meses más? Y pienso sin pensar, que solo son los ecos de la noche, las sombras de lo oculto, el cuerpo que me chilla al oído, que serán más. Y rezo para que ella me escuche, para que venga a mí, y entre chillidos ella solo susurre "Sí".

viernes, 12 de noviembre de 2010

Lo que podría hacer contigo

Podría escribir los versos más tristes esta noche, pero esos versos no hablarían de ti.
Podría soñar que el mundo se acaba, que la tierra explota, que el agua nos inunda, pero entonces tu mano se alarga y me saca de allí. Si se acaba el mundo, tu me llevas a la luna, si la tierra explota, haces un cohete y volamos hasta que el fuego acabe. Si el agua me inunda, me fabricas un barco y navegamos cual náufragos clandestinos, lejos de las miradas de aquellos que envidian nuestra salvación, como sacamos partido de la muerte, para preparar un crucero de lujo solo para dos.
Podría gritar y arañar las paredes. Podría sucumbir a la ira, a mi propia ira interna. Y de repente estás tú, nada importa, nada temas, no hay nada que pueda quitarte tu paz.
Inventando locuras, que vendo porque no las uso contigo, solo tú eres su protagonista. Un hotel lejos de miradas indiscretas, donde tú dejes de ser tú y yo deje de ser yo, para crear un nosotros. Nuevo, imperfectamente perfecto, loco y atrevido, como yo. Rodeados de pájaros, de naturaleza, de paz, de ti, rodeada de ti el mundo parece ser menos importante.
Podría hacer que el mundo parase solo con un dedo por mirarte a los ojos. Podría subir montañas, bucear sin oxigeno solo con tocarte el pelo. Podría...
Pero ninguno de los dos podemos.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Invento

Tengo una poesía en el alma, que se atraganta al salir de las manos. Tengo una moneda en el bolsillo "si sale cara me vas a por una copa y si sale cruz, ¿tú qué quieres?", pero no quieres nada. Tengo un cohete en la espalda, preparado para disparar cuando leas esto, cuando todo el mundo lo sepa, cuando yo quiera comprender que el mayor de mis errores, en no entender, es no querer saber que si lloro es porque no estás conmigo, y me enfado y grito, nunca a ti, pero si por tu culpa. Y pasan los días y yo solo quiero salir del hotel, olvidarme que estoy allí, olvidarme de mis inicios, de cuando te llamaba para que me silbaras por teléfono, de las napolitanas, de San Martín y así, como si nada, mezclo historias que no tienen nada que ver, solo que no me llevan a ninguna parte, bueno sí, a este blog que nadie lee, perdido entre direcciones de clase X y sitios donde vender, secciones que a menudo se hacen una "viuda quiere sexo sin cobrar" ¿dónde quedó su amor? Enterrado con él. ¿Y el tuyo propio? Eso decía.
Y mientras escribo el mundo hace lo que yo quiero que haga, lo decía García Márquez, ¿no, Estefa? "Si yo quiero que este tío levite cuando beba chocolate, levitará"
Y si es cierto, y si yo invento, invento amapolas amarillas que fumen margaritas. Invento camisas de una sola manga, barbacoas en un volcán asando chuletas con lava. Invento que lees esto y... No soy tan buena para inventar.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Inspeccion negativa

Encontrando la pregunta a las respuestas. La suerte que alguien al lado mio tuvo y que se contagia por el aire.
He tenido una rueda rota en un coche demasiado viejo para poder reaccionar por sí mismo ante un bache insospechado en la carretera hacia el destino del conductor, y aún así seguimos vivos, sobrevivimos a un verano de baches, sin saber siquiera que la linea que une la vida y la muerte es un cable pelado de un neumático usado.
Y si seguimos con el plan, quizás lo eche a perder, por orgullo, por miedo, o simplemente porque es el plan de otro, que otro ha decidido fabricar, no el que yo deseo, no lo que yo quise para mí.
Creo en las sorpresas, algunas de ellas me llevan a ti o me traen hasta aquí, hasta un blog vacío lleno solo con ideas que toman forma en las manos al teclear. Creo en las sorpresas de caras conocidas en lugares insospechados, porque puede que me queje a veces, que me rebele o me niegue a aceptarlo, pero disfruto de la vida que me trae sorpresas.
¿Qué habrá sido de aquellos niños prodigios? Adultos olvidados sucedáneos de comentaristas de televisión.
¿Qué han sido de sus voces, de las canciones o gracias que hicieron de ellos pequeños sin infancia, y de su habitad ,un limbo dentro de la etapa de la vida?
¿Qué fue de la canción del verano de tu vida en donde algo cambió? Por eso fue el verano de tu vida, por ese cambio.
¿Dónde queda la costa gaditana, la discoteca de flores de plástico, la carpa en el paseo marítimo?
Sorpresas que van y vienen, momentos, instantes en los rincones de la mente a los que acudir ante la duda.

viernes, 6 de agosto de 2010

Mi musas

Las musas se escapan por entre mis piernas a la misma velocidad que otros tantos desean acceder a ellas. Tener vacío el corazón, por un rato que se vuelve de mentira y de odio. Odio por convertirte en alguien que no has llegado a ser aún, tan solo una burla, una copia defectuosa de lo que has conseguido ser.
Perder los principios, tu propia realidad a manos de aquellos que moldean la suya a base de engaños y retorcidos pensamientos de cómo salir victorioso no siendo más que un perdedor.
"Hoy las musas han pasado de mí", buscaré y encontraré mi propia redención y su perdón. Inventaré un universo solo hecho para mí, invitaré solo a los buenos, dejando de intentar entrar en una fiesta en donde nadie me invitó, por olvido, por descuido..., ingenua, siempre a propósito.
Esperaré a que mis tacones repiquen en la noche, pasos sonoros y decididos. Esperaré a tropezar y caerme, desde el suelo reiré a carcajada, viendo la gente pasar.

viernes, 16 de julio de 2010

El primero que hable...

"El primero que hable burro será..." Y así pasa siempre cuando el orgullo nos ciega, cuando de repente no sabemos qué decir, no hay ya nada entre dos personas lo suficientemente importante como para entablar una conversación. Cuando hablar significa sacar a la luz lo que ya no existe, lo que ya no tienen sentido sacar a la luz.
Y, después, llega la pena, el miedo, el vértigo a los cambios, al paso del tiempo, a darte cuenta un día que tu vida ha dado tal giro que ya no conoces a nadie, ya no te conoces ni a ti. Y aquellos amigos que sabías, de los cuales no dudabas nunca que fueran a alejarse de ti, son solo unos de tantos a los que contar que todo va bien cuando te cruzas por la calle con ellos, sin ser en realidad cierto.
Y luego llega la nostalgia por los tiempos vividos, por aquellas caras conocidas, por las palabras que pudiste o quisiste, pero que no dijiste, que ya no tenían sentido ser dichas. Nostalgia por el tiempo que no vivirás.

jueves, 24 de junio de 2010

Querrán ponerle nombre... magia

Querrán ponerle nombre y no podrán. Será una sonrisa por la calle, a un desconocido que sin quererlo te la devuelve, como un instinto, porque las sonrisas se contagian y más cuando vienen de alguien al que aún no conoces.
Será encontrarse en una esquina, un cruce de caminos, que sin darnos cuenta nos une, nos vincula y nos hace formar parte de la vida de otros durante, tal vez, milésimas de segundo, mientras te apartas y dejas paso.
Será ayudar a aquel en una cuesta, cuando su coche se para y no es capaz de arrancar.
Será una llamada de auxilio, que te enviolenta al principio y te hace gracia después, una anécdota de un día bastante insustancial hasta ese momento.
Será un mensaje en tu móvil, el día de tu cumpleaños de alguien a quien creíste que no le ibas a importar.
Será un reencuentro. Un viaje improvisado, entre curvas donde pararse a... a descansar, desde donde admirar el camino que has recorrido y el aún tienes por recorrer.
Será una conversación, una mirada, una palabra de ánimo, inútil, pero esforzada.
Será un suspiro de alivio, de quien no tiene nada que hacer, de quién aún le queda todo por terminar.
Querrán ponerle nombre, pero no podrán.

domingo, 23 de mayo de 2010

A un paso de ganarme la corona.

Es dueña de mis silencios y esclava de sus palabras. Es una frase conocida por todos y que a menudo pasa desapercibido. Cargada de una cruel verdad que a todos nos incomoda y que intentamos ignorar.
Nunca le gustó escuchar algo que no estaba preparada para oír. Prefiere no decir nada, q no le digan nada y fingir que no pasa nada, pero sí pasa y sí le duele.
Intenta huir del dolor, sin saber que la persigue, que la encuentra aunque se esconda detrás de una roca. Que va allá donde ella va, guardado en su maleta hasta que logra escapar. Entonces sale de su escondite haciéndole frente, siendo todo lo chula que consigue ser. Lo mira a los ojos, tal vez un poco llorosos por todo lo que aquello significa.
Es dueña de su presente, esclava de su pasado e insegura ante su futuro. Baraja tantas posibilidades y nunca se le dio bien los malabares. Siempre terminan las naranjas por el suelo. Y ella recogiéndolas, hasta que se cansa de agacharse y las deja de nuevo en el frutero.
Esta tan solo a un paso de ganarse la alegría, lo escuchó en una canción y ha decidido repetírselo todos los días hasta conseguirlo, hasta ganársela de verdad, porque nunca le gustó aquello que le regalaban, porque las cosas fáciles al final pierden su valor, porque cree que lo merece y que irá a por ello cueste lo que cueste, aunque tenga que esperar, aunque tenga que hacerle frente a su dolor maquetero, aunque tenga que pasar miedo, estar sola y gritar subida en alguna montaña sin saber por qué.
Persigue una corona, una corona que está escrita en un libro que leyó cuando era demasiado vulnerable para sentir que ya la tenía y ahora, al tener que mantenerla, a veces le pesa sobre la cabeza y no sabe si quitársela, si ya no la tiene o si la perderá.
Y el agua sigue fluyendo como fluyen las letras en la pantalla del ordenador. ¿Un mensaje subliminal? No, solo un alma que le habla a su dueña diciéndole que todo va a salirles bien.

martes, 27 de abril de 2010

A menudo, estiras la mano y crees tocar el cielo. Te agachas en un arroyo e intentas atrapar el agua, cogerla y enseñar tu triunfo. Te tiras en un parque y respiras hondo, como intentado adivinar el olor del aire. Pero no sabes que te equivocas, que nada de esto podrás conseguir, que te engañas como tantas veces haces con cosas de la vida cotidiana.
Crees que educas, que enseñas con tus vivencias y no sabes que a quien hay que enseñar es a ti. Porque un día la luz te atravesara no significa que la poseas, que la tengas guardada en un bolsillo del pantalón.
Tampoco yo soy maestra, palabra que, subestimada, se refiere a quienes poseen el saber, el poder y el arte de mostrar, de hacerte pensar, más que contar, te guía.
No repitas lo que ves, cree tu propio criterio. No plagies la realidad de los demás porque no hay comparación de vidas, no hay color.
Piensa antes de hacer, antes de escribir, antes de sentir quimeras en las nubes y no busques excusas, lo que ves es lo que hay.

domingo, 18 de abril de 2010

Y él...

¿Y él se acordará? ¿Pensará, en la soledad de su salita al final del pasillo, en el último día que la besó y su beso fue correspondido? ¿En aquellas noches de infinito amor en el que sus cuerpos se unían y el sexo dejaba de ser solo placer para ser una muestra más del amor que se tenían? ¿Aquellos momentos de abrazos desnudos en la cama, esperando que llegara el día, sin ganas de que la luna se ocultase?
¿Los paseos de la mano? ¿Las miradas furtivas de sillón a sillón, mientras las sonrisas se dibujaban tranquilas en sus rostros de ancianos que han tenido una vida dura, llena de felicidad?
¿Pensará en el suave susurro del viento que recorria peregrino los milimetros previos al contacto de las caricias?
¿Recorrerá su mente su cuerpo expuesto al sol, en alguna de las playas, en alguno de sus viajes? ¿Volverá su mente a posarse en sus manos fuertes, mientras martilleaban el cristal de la mesa, incesantes y nervisas?
¿Olerá su perfume entre las sábanas? ¿Buscará el tacto entre su ropa? ¿Sentirá el abrazo de consuelo entre su propio abrazo? ¿Oirá la voz, la risa, la canción que emanaba de entre sus labios?
¿La extrañará tanto que el dolor le supere? ¿Llorará aún?

jueves, 18 de marzo de 2010

Hoy estoy un poco nerviosa. El corazón late con más fuerza, más deprisa. Cuando estoy nerviosa sonrío, para que no se note, o solamente porque es un reflejo del propio nerviosismo.
Por las noches, sueño cosas extrañas que de día parecen tener un sentido, sin sentido. Un ir y venir de imágenes que ocurrieron una mañana, pero que no sé por qué recuerdo. Puede que ellas mismas se hayan revelado en mi mente, en su día no les dí mayor importancia y hoy vuelven a mí para reivindicar un momento en mi vida.
Suena una canción que me recuerda a Cádiz y me relajo. Huelo la sal, la humedad del ambiente, las calles que esconden un secreto para mí, tan secreto que aún ni siquiera yo conozco. Vuelven como un tesoro a mi cabeza, y mi sonrisa nerviosa, se vuelve una de satisfacción.
Esta noche es una noche importante. Importante porque es una noche de despedida, el final de una etapa. La última noche que tenemos para soñar y la primera de la vida adulta.
Hay una lista de decepciones, una lista que yo misma he configurado:
1.- El darse cuenta que la vida se termina, que no somos inmortales. La muerte en sí es una decepción, el golpe más duro que puede tener una persona.
2.- Descubrir que no hay nada más allá de la vida. Que todo por lo que se pasa mientras que estamos vivos no tiene sentido, es solo dolor por dolor.
3.- (Y esta es la que hoy me ocupa) Renunciar a los sueños.
Por eso hoy, esta noche es la noche más importante, la última en la que el sueño tiene fuerza. Un día se sacrificaron por mí, y a partir de ahora yo lo haré por ellos.
Pero a escondidas, cuando nadie lo vea, podré oler la sal y sentir la humedad y la arena bajo mis pies mientras me digo entre susurros: "lo vamos a conseguir"

lunes, 8 de febrero de 2010

La suerte llama a la suerte.

Y esque la suerte llama a la suerte. Y a veces la fuerza de un sueño es capaz de adquirir la presencia de una vida. Y conduzco por la carretera cada vez a más velocidad, carretera que conozco y me da la seguridad de poder pisar un poco más el acelerador.
Y las mañanas nubladas, se vuelven soleadas tardes para volver a nublar el cielo de noche. Como un amago de algo que viene o no o no se sabe bien por dónde.
Y las tardes en casa siempre son la prolongación de unas manos en un teclado inventando nuevas historias que no importa que nadie encuentre en un divagar de aburridos clicks.
Y suena un golpe y miro por mi ventana, parece que no hay nadie herido, solo ha sido una ilusión acustica ¿de dónde habrá salido?
Y vuelvo al comedor y me siento en el sofá. Y me levanto y me vuelvo a sentar. Suena el teléfono, tengo ganas de hablar y lo cojo. En ocasiones, no descuelgo, número desconocido "no me interesa", mejor ni malgastarnos el tiempo.
Tiempo que pasa y que no atesoramos. No sé en qué, entre ruidos y sonidos y pensamientos que vuelan y aterrizan y que no sabemos donde se van a esconder cuando luego los olvidamos, el tiempo corre.
Tal vez se apile en la suerte que usamos para llamar a la suerte y que se cumpla todo aquello que pedimos a los pies de una estatua que siempre me da esperanzas en épocas que hay falta.

jueves, 21 de enero de 2010

El adios que necesito

Querido alguien:

Te escribo para despedirme de él, para decirle adios y que alguien lo escuche, que me recuerde que se fue y que no va a volver.
Te escribo para contarte lo feliz que fui y lo feliz que seré una vez que lo deje marchar. Para contarte lo feliz que es él ahora que está sin mí.
Siempre lo he querido, eso es algo que no puedo ocultar, desde el primer momento y la primera mirada. Un sueño que adquirió la presencia de una realidad en un salón.
Siempre lo querré, es mi realidad, la que todos saben, la que no puedo negar ni quiero negar.
Las cosas son lo que son, una frase sencilla, obvia, que a veces nos negamos a admitir y a recordar en momentos de cabezonería, cuando el corazón grita demasiado fuerte para oir ruidos de afuera.
Será mi niño, mi pequeño secreto bajo una gorra negra. Lo seguiré teniendo conmigo. Oiré su voz entre letras de Albertucho y lo veré oculto en la figura del Che.
La vida perderá intriga, intriga que yo crearé mientras resurjo y me invento, mientras busco mi arcoiris, mi propia felicidad, la que ahora tiene él.
Este es un adios que necesito: ir cerrando puertas que la corriente me resfría. El primer adiós que permito, nunca me gustó perder a las personas que quiero.
Tan solo es el principio del resto de una vida que quiero vivir sin lastre y sin mochilas con sobrecarga.