domingo, 18 de septiembre de 2011

Reflexiones nocturnas

El pelo ondea con el viento. Lo miro en mi sombra nocturna que una farola proyecta en la pared. Y pienso que tal vez de tanto buscar la felicidad, esta se me perdió por el camino. Y tiro miguitas de pan para que vuelva algún día, cuando esté preparada, cuando me haya perdonado el despiste. La vida te da lo que te pertenece, todo lo bueno, todo lo malo, es tuyo por derecho propio y aquello que no te es otorgado, no lo desees, no es tuyo y es mejor no ambicionarlo.
Y el mundo sigue girando, cogio impulso hace ya muchos años, y no ha dejado de girar. Sin embargo, ya a estas alturas, se encuentra mareado y con ganas de vomitar: hay ricos egoistas, pobres honrados, ladrones sin condena y libres encarcelados... demasiado movimiento, quizás.
Y quizás el movimiento es lo que tiene q pasar, que la gente se acerque, se aleje y que no vuelvan más. Que cada día esté más loca, más enoramorada de él, que cada día la eche más de menos y de que no me guste nada mi cada día.