lunes, 18 de febrero de 2008

A pie

Hoy ha comenzado la rutina, las clases han vuelto y yo con ellas. Solo me quedan cuatro meses para ver cumplidos mis sueños, cuatro interminables meses.
Fuera en la calle está lloviendo. Hay charcos en el suelo y los coches van más rápido de lo normal.
He cogido mi paraguas y he vuelto a casa andando. Me gusta venir a pie desde la facultad, la verdad que no está tan lejos y por el camino se me ocurren muchas cosas: pienso que picaré cuando llegue a casa, como estará mi perro que lleva toda la mañana solo, aunque lo que más pienso son situaciones inesperadas típicas de las películas americanas románticas, como un coche que se para y te lleva a casa, una pareja que se besa bajo la lluvia, un ejecutivo que por un momento se vuelve persona de a pie y ha olvidado su paraguas y se abriga con su gabardina marrón mientras corre a refugiarse para no parecer tan normal o mojado.
Otro de mis hobbies de paseante es inventarme la vida de las personas.
Hace un par de años, mientras esperaba sentada en la calle la hora de ir a clase, miraba a una mujer con aspecto desaliñado. Imginaba, por su cara de tristeza y resignación, que iba a un trabajo que no le gustaba, que tenía un marido que no la quería y que odiaba una vida que no deseaba haber tenido, haber acabado así: triste por la calle dirigiendose a un lugar que había elegido. De repente tenía ganas de andar, sonreía porque había decidido huir, cambiar de aires y no se sabe por cuanto tiempo aunque tampoco importaba mucho.

1 comentario:

Unknown dijo...

Me gusta ser rana. De repente, una noche, ponerme un vestido bonito y arañarme el párpado con el lápiz y ser princesa. cuando vengo de trabajar en el bus veo en una pared un graffity que pone "life like a queen", voy a vivir como una reina, pisar como una reina es vivir como ella, aunque cojas el autobus de las siete que sale de un residencial en el que van señoras como mi madre que vienen de limpiar casas que nunca se podrían permitir con jardines poco disfrutados por niños acostumbrados a grandes cosas, si pisas como una reina eres una reina, aunque salgas por la puerta del servicio e imagines una vida como las que lees en lasrevistas del corazon.
pero solo una verdad...no conozco a una reina más reina que tu el jueves por la noche.
abuela!! la próxima vez que te vea te pédire la paga!
sigue escribiendo y cuídate mucho!