jueves, 19 de febrero de 2009

En un lugar de cuyo nombre no quiero acordarme

"Soy un poeta encadenado, soy callejero". Y escribo por escribir en una tarde que se acaba, de un día un tanto extraño de contar, cansado, con caras poco conocidas, buenas caras pero no conocidas.
Y en una mesa, muchas voces que hablan de sus cosas, conversaciones de gente que se conoce desde demasiado tiempo, sus puntos débiles salen a la luz azuzados por aquellos que los conocen.

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