He llegado a casa una vez más. He cogido la misma ruta, la que ando cuatro veces al día y que me parece distinta cada vez. La cojo para ver los muros que me inspiran, que me alientan, que me miran desde sus ventanas.
Unos edificios que cuentan historias cuando nos callamos y nos sentamos en sus piedras. Historias que nos gusta creer, que en realidad el tiempo inventó y mantuvo como mantiene la ilusion la persona que sufre, que se sienta en esas piedras para escuchar historias que el tiempo inventa.
Los miro desde la lejanía con respeto. El respeto que te infunde la experiencia del que sabe, del profesor, del que te enseña. Del que te enseña a resistir como ellos resisten, "a luchar por las cosas que realmente importan en la vida", a creer que merece la pena pararse a esperar, a mirar, a pasar cuatro veces por un camino a ninguna parte, o a todas, dependiendo de a donde quieras ir. El camino que dibujan tus pies y que tú andas, que nadie más andará. "Caminante no hay camino, se hace camino al andar".
3 comentarios:
pipiripipiiiiiiiii
sabes que amiga??
existen los días felices!!
existen los días perfectos!!!
existen!!!!!!!!!!!!!!!
tengo agujetas en la cara de sonreir y de reir y siento hoy que hasta estos cuatro grados bajo cero son maravillosos. hoy siento que mi camino es mio, que solo yo lo ando, que con cada paso me alejo de las cosas que me hacen mal y me acerco a las que me hacen bien.
TEEEE QUIEROOOOOOO!
(soy como esa mujer a la que siempre sacan borracha en la tele, que dice, os quiero a todo el mundoooo)
me voy a cenar mi chico recalentado.
cuidate Virginia!
oye, quería poner CHINO recalentado, de chico nada, qué chico?? qué chicoooooooo!!!!!!!!!
un besoo
te he robado algo para mi blog, espero que no te importe chorba! pero te he citado eh? y enlace y todo. un beso
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