Hoy me he levantado deprisa. Deprisa porque no tenía nada especial que hacer y aún así me he levantado.
He soñado algo esta noche, pero ya apenas tiene importancia, solo cuenta que he soñado y que dormir me ha valido de algo.
Me cuesta respirar. He pasado la mañana sentada en frente del ordenador y la tarde delante de una aguja para no pensar, pero es lo que tiene ser mujer, que mis neuronas saben hacer demasiadas cosas a la vez.
Durante mucho tiempo me hice promesas de futuro, cosas que debía cumplir para ser feliz, era como un decalogo de lo que yo creia que podria hacerme inmune. Entonces tenia 14 años y no era mi mejor etapa.
Me pormetí que sería feliz, que la vida cambiaría, que sería... una mejor versión de lo que era entonces. Pero esas cosas no se cumplen jamás, la vida cambia pero las personas siguen siendo lo que eran.
"Cambiar de postura es solo cambiar de dolor", ¿lo habeis oído alguna vez?
La vida es una aventura: levantarse de la cama, salir a la calle y ser capaz de vivir, de vivir cosas nuevas o soportar la rutina es toda una aventura.
Hoy renaceré de mis cenizas, y saldré a la calle a vivir de nuevo, porque mi abuela me enseña todos los dias cuando pienso en ella, que la aventura hay que vivirla, que merece la pena ser valiente solo por un beso en labios que puede que ya no sepan darlos, ¿se podrá olvidar dar besos?
"No me dejes que despierte de este sueño, aunque todo sea mentira" Antonio Orozco
domingo, 25 de mayo de 2008
sábado, 3 de mayo de 2008
Mi perro
Estaba sentada en el parque. Iba con su perro, de raza, de muchas razas, pero de raza al fin y al cabo era su perro.
tenía muchas cosas en las que pensar, cosas que no quería pensar: qué pasará después de las prácticas, qué decidirá hacer después, qué iba a hacer ahora, pero solo tenía su imagen en la cabeza. Mira a Gordo, tiene las orejas levantadas, ha oido algo. Lo mira con el deseo de que ladre para poder recriminarle y así salir de sus pensamientos. Pero baja la cabeza y sigue caminado por el césped. Ve algo y lo empieza a morder. Se levanta, ese algo no le hará daño, pero aún así se lo quita, por hacer algo, por sentir el control sobre algo en realidad.
Una perra se acerca en el parque y Gordo la ha visto. Y empiezan a correr y ella los sigue con la mirada y, más tarde, con los pies.
"Los animales son muy listos lo que pasa que nosotros nos los entendemos", la frase más inteligente que he oido en mucho tiempo, lastima pensó ella.
Ha llegado a casa y mira a su perro, en busca de su inteligencia incompresible y la ve. Él lo sabe, sabe lo que ella piensa, que está sufriendo, por eso siempre la entretiene. Ella piensa que es al contrario, pobre ingenua. Le lleva sus juguetes preferidos y duerme a sus pies. La controla con su cuerpo, la sigue, le seca las lagrimas antes incluso de que ella tenga ganas de llorar.
Nosotros nos los entendemos, pero ellos a nosotros...
tenía muchas cosas en las que pensar, cosas que no quería pensar: qué pasará después de las prácticas, qué decidirá hacer después, qué iba a hacer ahora, pero solo tenía su imagen en la cabeza. Mira a Gordo, tiene las orejas levantadas, ha oido algo. Lo mira con el deseo de que ladre para poder recriminarle y así salir de sus pensamientos. Pero baja la cabeza y sigue caminado por el césped. Ve algo y lo empieza a morder. Se levanta, ese algo no le hará daño, pero aún así se lo quita, por hacer algo, por sentir el control sobre algo en realidad.
Una perra se acerca en el parque y Gordo la ha visto. Y empiezan a correr y ella los sigue con la mirada y, más tarde, con los pies.
"Los animales son muy listos lo que pasa que nosotros nos los entendemos", la frase más inteligente que he oido en mucho tiempo, lastima pensó ella.
Ha llegado a casa y mira a su perro, en busca de su inteligencia incompresible y la ve. Él lo sabe, sabe lo que ella piensa, que está sufriendo, por eso siempre la entretiene. Ella piensa que es al contrario, pobre ingenua. Le lleva sus juguetes preferidos y duerme a sus pies. La controla con su cuerpo, la sigue, le seca las lagrimas antes incluso de que ella tenga ganas de llorar.
Nosotros nos los entendemos, pero ellos a nosotros...
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