jueves, 16 de septiembre de 2010

Inspeccion negativa

Encontrando la pregunta a las respuestas. La suerte que alguien al lado mio tuvo y que se contagia por el aire.
He tenido una rueda rota en un coche demasiado viejo para poder reaccionar por sí mismo ante un bache insospechado en la carretera hacia el destino del conductor, y aún así seguimos vivos, sobrevivimos a un verano de baches, sin saber siquiera que la linea que une la vida y la muerte es un cable pelado de un neumático usado.
Y si seguimos con el plan, quizás lo eche a perder, por orgullo, por miedo, o simplemente porque es el plan de otro, que otro ha decidido fabricar, no el que yo deseo, no lo que yo quise para mí.
Creo en las sorpresas, algunas de ellas me llevan a ti o me traen hasta aquí, hasta un blog vacío lleno solo con ideas que toman forma en las manos al teclear. Creo en las sorpresas de caras conocidas en lugares insospechados, porque puede que me queje a veces, que me rebele o me niegue a aceptarlo, pero disfruto de la vida que me trae sorpresas.
¿Qué habrá sido de aquellos niños prodigios? Adultos olvidados sucedáneos de comentaristas de televisión.
¿Qué han sido de sus voces, de las canciones o gracias que hicieron de ellos pequeños sin infancia, y de su habitad ,un limbo dentro de la etapa de la vida?
¿Qué fue de la canción del verano de tu vida en donde algo cambió? Por eso fue el verano de tu vida, por ese cambio.
¿Dónde queda la costa gaditana, la discoteca de flores de plástico, la carpa en el paseo marítimo?
Sorpresas que van y vienen, momentos, instantes en los rincones de la mente a los que acudir ante la duda.