lunes, 25 de mayo de 2009

Silencio, habla un maestro

Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber que hacer,
tener miedo a tus recuerdos.
Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.
Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor.
Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles solo cuando los necesitas.
Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.
Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
no creer en Dios y hacer tu destino,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un ultimo suspiro.
Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte,
olvidar sus ojos, su risa,
todo porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.
Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen mas que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.
Queda prohibido no crear tu historia,
no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.
Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual
Pablo Neruda

jueves, 7 de mayo de 2009

Mientras me dure la vida

Siento cosas por la gente. Me alegro con su felicidad, me alimento de sus historias, de las cosas buenas que le suceden en la vida y eso me da vida.
Me gusta oír sus historias, aquellas que se que son importantes para ellos, que se paren, se sienten conmigo y me cuenten, y pasarme horas y horas escuchando lo felices que son mientras yo me hago grande y grande verlos sonreír de soslayo.
La lampara de mi salón se enciende sola, la apago y se vuelve a encender. Se que mañana puede que esté lejos de esas personas que ahora tienen la mirada limpia, brillante, así que saco tiempo para ellos, saco sonrisas para ellos, consejos que acumulo de mi propia historia para ayudarlos como alguien alguna vez me ayudó a mí.
Me estoy muriendo. Lo sé. Cada día que pasa la rosa de mi campana tiene un pétalo menos, por eso, hoy y mañana y hasta que caiga el último pétalo quiero estar sentada, sonriendo ante historias de amor, llorando por traiciones que no son contra mí, saltando por novios que aparecen, buscando a amores que no se encuentran, pero nunca sola, siempre con ellos, con aquellos que se paran para contarme sus historias, para hacerme participe de su vida, de su felicidad y que dejan que me alimente de ella mientras muero una noche más.

sábado, 2 de mayo de 2009

El beso escondido


"Tiene en la comisura el secreto de mujer, el beso escondido. Y espera al dueño de ese beso. Ya es toda una mujer"